Se dice que los ashura japoneses son guerreros que murieron en combate y que se habrían convertido en los guardianes de la ley de Buda. Sacan sus orígenes de la mitología hindú. Los ashura no son malvados a pesar de su lado belicoso. La famosa estatua de ashura en el templo Kofuku-ji en Nara representa a un ashura con múltiples rostros y brazos, uniendo dos de sus manos con aire sereno.